sábado, 28 de junio de 2008

PASEAR PALACIOS Y REALES SITIOS: CONVENTO DE LAS DESCALZAS REALES DE MADRID

ISABEL PIQUERAS
Orígenes

Casa-palacio del tesorero de Carlos V, Alonso Gutierrez, situada en las afueras( dentro del arrabal de San Martín ). A este lugar se trasladó la Emperatriz Isabel, en 1535, para dar a luz a su hija Juana en las frescas habitaciones que daban a los jardines del ala norte.

Juana de Austria es su fundadora. Después de consultar a su confesor, San Francisco de Borja, decidieron traerse a Madrid un grupo de religiosas franciscanas descalzas de Santa Clara. Las primeras pobladoras procedían de la Rioja, a donde habían ido desde Gandía, y tomaron posesión del Monasterio el 15 de agosto de 1559. Se le dio el nombre de Nuestra Señora de la Consolación, pero popularmente siempre se ha conocido como Descalzas Reales.

De la antigua casa del tesorero sólo quedan algunas partes visibles hoy en día: la estructura de las escaleras, el patio, la “portería reglar”y algunos salones( como el de Reyes ). Durante el reinado de Felipe II se llevaron a cabo grandes reformas debidas a sus arquitectos Antonio Sillero y Juan Bautista de Toledo, entre los años de 1559-1564. La costumbre de los Austrias de aprovechar edificaciones ya existentes ocasiona la compleja articulación de sus partes, el entramado laberíntico, las diferencias de altura y la mezcla de estilos que percibimos al recorrerlo.

Importancia del convento

Este palacio-monasterio tuvo, hasta el siglo XIX, una extensión mucho mayor que el actual convento. Comprendía incluso varias casas de la calle Preciados, donde residían los capellanes y maestros de la capilla de música. Estas viviendas se hallaban separadas del convento por el claustro público y también por la gran huerta. La fundación de la princesa Juana se completaba también con una residencia para niñas- en el mismo edificio de las Descalzas, pero con entrada independiente por el postigo de San Martín –, una tahona para elaborar pan y una Casa de Misericordia.

El convento de las Descalzas era lugar de residencia de las reinas de la dinastía austriaca, como una prolongación del Real Alcazar. También acogía a los hijos de reyes en ausencia de sus padres. Al ser las novicias de sangre real o nobles ingresaban en el convento con dotes de enorme riqueza. Con la llegada de los Borbones al trono ya no residirán reinas aquí, así que Felipe V eleva a la abadesa a la categoría de Grande de España y le concede el título de Excelentísima Señora.

Algunas de sus residentes ilustres fueron:

- Juana de Austria : la hermana de Felipe II se caracteriza por ser una mujer devota, enérgica, inteligente y amante del arte. Se casó a los 17 años con el heredero de Portugal, el príncipe D. Juan Manuel, quedando viuda al año y medio. En 1554 dio a luz a su hijo- el futuro rey D. Sebastián –y al poco tiempo después volvió a España para ejercer de regente en ausencia de su padre y de su hermano. Está enterrada en la iglesia de las Descalzas.
- La Emperatriz María de Austria: la otra hermana de Felipe II, nada más quedar viuda del Emperador Maximiliano de Austria vino a residir en el convento, sin ser religiosa, hasta su muerte( 1581-1603 ).
- Archiduquesa Margarita. Es hija de la anterior y sí fue religiosa del convento.
- Ana Dorotea de Austria: hija bastarda del Emperador Rodolfo y a cuyo mecenazgo se deben muchas obras de arte y objetos valiosos del convento.
- Mariana de Austria: hija bastarda también del cardenal infante D. Fernando
- Margarita de la Cruz: hija de D. Juan José de Austria y la hija del pintor Ribera.
- La reina Margarita, esposa de Felipe III.
- Santa Teresa de Jesús, camino de su fundación en Pastrana.
- Sor María de Agreda, la monja consejera de Felipe IV.
- Sor Juana de la Cruz: es hermana de san Francisco de Borja y primera abadesa de las Descalzas. Tuvo duros enfrentamientos con Felipe II, que quería hacer una excepción a la regla de pobreza de las clarisas y, además, que se hicieran pruebas de nobleza para su ingreso.

Recorrido por sus principales estancias

Fachada

De gran sencillez y elegancia, atribuída a Antonio Sillero. Recuerda al mudejar toledano y madrileño por la disposición en franjas horizontales de la mampostería rodeada de pared de ladrillo. Puerta adintelada en granito, con columnas, arco de medio punto y el escudo de la fundadora.

Zaguán y portería reglar

El gran zaguán es el mismo del viejo palacio, utilizado para la entrada de carruajes. De él salen dos puertas, una al palacio antiguo y otra al convento. Esta última es la portería reglar con tallas de estilo plateresco. En ella hay cinco lienzos de Bartolomé Román( pintor de la escuela madrileña de la primera mitad del siglo XVII ) representando a arcángeles.

Después se pasa al claustro procesional de clausura, con altares en sus cuatro ángulos y grandes cuadros. Se cerró reinando Carlos III .

Escalera

La arquitectura de esta grandiosa escalera es la del viejo palacio, pero la decoración pictórica responde a fresquistas madrileños de la segunda mitad del siglo XVII, como Claudio Coello, Rizzi o Jiménez Donoso, herederos de la tradición italiana de Mitelli y Colonna. Es el más puro barroco de arquitecturas y esculturas fingidas: medallones sostenidos por “putti”, balaustradas, columnas, entablamentos. Además del rompimiento de gloria en techos y bóvedas.

A la izquierda de la escalera unos ángeles nos descorren las cortinas para presentarnos una especie de retablo. Bajo un arco renacentista está representado un Calvario, rodeado de pequeños cuadros de ángeles portando los símbolos de la Pasión. A la derecha hay un simulado balcón real en el que se asoman Felipe IV, sus hijos Felipe “el próspero” y la infanta Margarita, y su mujer Mariana de Austria. Les rodean los nueve ángeles principales.

Claustro alto

- Capilla del Santo Cristo Yacente, con la imagen de Gaspar Becerra del s.XVI.
- Capilla de San José, con esta bella imagen del s.XVII y la Virgen de la leche de escuela flamenca
- Capilla del peñasco, con la gran talla de Cristo crucificado que tiene por fondo el lienzo con la Virgen y San Juan.
- Capilla del Dulce Nombre de Jesús, con un lienzo manierista que representa al Niño Dios sobre su monograma rodeado de ángeles músicos.
- Capilla de San Miguel, con una obra del s.XVI representando la Sagrada Familia, San Miguel y dos ángeles. Destaca el nacimiento napolitano del s.XVIII vestido con trajes de época.
- Cuadros importantes que vemos en las paredes de esta parte de arriba son el retrato que hizo Rizzi de Sor Margarita de la Cruz en 1603, así como el oleo de San Carlos Borromeo, arzobispo de Milán, dando la comunión a la Emperatriz María y sus hijos cuando venían desde Praga para retirarse en este monasterio. También estuvo colocado en la Capilla de la Anunciación el famoso cuadro de Fray Angélico que actualmente tiene el Prado.

Antecoro

Una gran puerta de tallas platerescas nos abre esta sala, donde se exhiben piezas de orfebrería religiosa y ropas de culto, además de pequeñas capillas con esculturas o pinturas.







Coro alto

Destacan los retratos de Juana de Austria( copia de un original de Antonio Moro ) y de la infanta Dª María de Portugal, hija póstuma de Manuel el Afortunado y Leonor de Austria. También están aquí las tumbas de la Emperatriz María, en urna de mármol realizada por Crescensi en tiempos de Felipe IV y, bajo este sepulcro, encontramos la vitrina donde yace su hija Margarita

Claustro ( cont.)

- Capilla de la Inmaculada, con una bella talla andaluza del s.XVII
- Capilla de Nra. Sra de Guadalupe, fundada por Ana Dorotea en 1653. La imagen es de plomo y las gradas del altar y las paredes están revestidas de espejos pintados.
- Capilla de S. Francisco de Paula y Nra. Sra de los Ángeles.
- Capilla del Ecce Homo, con pinturas murales barrocas de gusto flamenco. A continuación se abre la puerta que comunica, por una escalerita de caracol, con el salón de Reyes.
- Capilla del Santo Ángel de la Guarda, con la imagen de la escultora de cámara de Carlos II, Luisa Roldán.
- Altarcito que cuidaban las niñas.
- Capilla de la Virgen de Monteagudo.
- Hornacina final Del Refugio con la tabla de “la Virgen y el Niño “ del s.XVI( de Bernardino Luíni ).

Salón de tapices

Este espacioso salón en forma de T con grandes arcos para sostener la techumbre era el antiguo dormitorio de las monjas. Está decorado por tapices que siguen los bocetos pintados por Rubens sobre tabla. Los regaló en 1627 Isabel Clara Eugenia, gobernadora de los Países Bajos, y que en su niñez había pasado muchas temporadas en el monasterio.

La serie de veinte tapices se puede dividir en cuatro grupos, según el asunto corresponda a los siguientes temas: prefiguraciones eucarísticas, carros triunfales, Eucaristía instituída y adoración de la Eucaristía.

Capilla de la Dormición

En una urna de madera dorada y con cristales encontramos la imagen de María yacente del s.XVI. Están tallados el rostro, las manos y los pies un lujoso manto bordado cubre el resto. Alrededor de la habitación, en hornacinas hay esculturas de los apóstoles que contemplaron la escena. Un lienzo pintado por Lucas Jordán presenta el momento de la Ascensión. Destacan también el cuadro de la Anunciación de Carducho y el retrato de Sor Ana Dorotea realizado por Rubens.

Casita de Nazaret

Es una curiosa capilla en forma de casita de Nazaret, con cubierta a dos aguas de madera, y de las mismas dimensiones que la conservada en la ciudad de Loreto. En el exterior aparecen una serie de santos en grisalla que hacen referencia a la orden franciscana. En el altar interior hay un gran cuadro de la Anunciación rodeado por medallones renacentista que representan escenas de la vida de Jesús.

Capilla del Milagro

Capilla construída en 1678 y costeada por D. Juan José de Austria como regalo a su hija monja en el convento( la segunda sor Margarita de la Cruz ). Tiene dos partes: una pequeña antecapilla completamente decorada y la capilla del Milagro propiamente dicha. Esta última es de planta cuadrada, está cubierta con una cúpula de media naranja sobre pechinas y con linterna. Francisco Rizzi es el autor de los frescos que representan la coronación de la Virgen arriba y, en las pechinas, los santos S. Francisco de Así, S. Antonio de Padua, Santa Clara y Santa Isabel de Portugal. La decoración pictórica finge perspectivas arquitectónicas, columnas, esculturas de bronce.

Respecto a los ventanales de arriba, el de la derecha es auténtico y el de la izquierda simula tras los cristales a Carlos II y D. Juan José de Austria contemplando la capilla.

Candilón

Lugar para calentarse en invierno, donde destacan los siguientes cuadros: “La Virgen entregando el Niño a San . Francisco”( de Rubens ), “ S. Francisco” de Zurbarán; “Dª Leonor y Dª Catalina de Austria, hermanas de Carlos V “ y “ Dª María de Portugal, hija de Leonor de Austria “( Todos ellos copias de Antonio Moro ); “Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela” ( de Sánchez Coello ), “El príncipe D .Carlos” y “D. Juan de Austria“( de Cristobal Morales ); “Virgen ofreciendo al Niño” y “Adoración de los pastores”( de Lucas Jordán ); y por último la pequeña escultura de Santa Clara, de Pedro de Mena.

Sala capitular

Las ventanas de esta sala dan a la huerta del convento y conservan sus viejas contraventanas simulando pergaminos. Aquí están expuestas algunas de las más importantes esculturas del monasterio: los bustos de la “Dolorosa” y el “Ecce Homo” de Pedro de Mena, “Sta Isabel de Portugal”, de Pereira; “El pastorcito”, de Martínez Montañés; “la Magadalena penitente”, de Gregorio Fernández. El crucifijo de marfil del altar perteneció a San Francisco de Borja. Todas las paredes se decoran con la vida de San Francisco en el s. XVIII.

Salón de Reyes

Es una de las salas del antiguo palacio donde todavía se conserva la yesería mudejar. Está toda ella decorada con cuadros que, en su mayoría, son retratos de personas de la realeza. A destacar los de “Isabel Clara Eugenia con hábito de franciscana”;copia de Van Dyck; la reina “Ana de Austria niña, hija de Felipe III “, “La Emperatriz María con traje de viuda”e “Isabel Clara Eugenia”, todos ellos de Pantoja de la Cruz. Morales realizó el de “ D. Sebastián de Portugal “ y Rubens el retrato del Archiduque Alberto, marido de Isabel Clara Eugenia.

En el altar hay una bella imagen de Santa Clara, de Gregorio Fernández y, en una hornacina, el arcángel San Miguel, de Luisa Roldán. Sobre la mesa dos coronas de bronce que se colocaron sobre los túmulos de la Emperatriz Dª María y sor Ana Dorotea.

Relicario

Está situado tras el ábside del altar mayor de la iglesia y atesora numerosas reliquias y piezas de orfebrería, como el arca de plata dorada decorada con esmaltes que perteneció al ajuar de novia de la cuarta esposa de Felipe II, Ana de Austria( quien la ofreció al monasterio para guardar el cuerpo de San Victor ) o también los relicarios realizados por los propios emperadores Maximiliano y Matías, orfebres de afición.

Sala-museo

Bajo un gran palio bordado en sedas de colores con los escudos de Juana de Austria y su hermana, la Emperatriz María, se han colocado las obras de pintura de mayor interés artístico que conserva el monasterio y, casi todas, de pintores de escuelas flamencas: gran lienzo de Van der Beken (1601) representando el viaje de la Emperatriz María desde Praga a Madrid, “la moneda del César”( tabla de Tiziano ), “San Lucas “( de Van Der Weyden ), “la Adoración de los Magos” ( Brueghel, el Viejo ).


Iglesia

Fue construida en tiempos de la fundación de Juana de Austria por el arquitecto de Felipe II, Juan Bautista de Toledo quién, además de la fachada, realizó la bóveda de cañón con lunetos que cubre el interior. También está documentado que Gómez de Mora trabajó en el coro y a los pies de la iglesia.

La iglesia fue remodelada en el siglo XVIII por Diego Villanueva, escritor y personaje influyente de la Academia de san Fernando, hermano del famoso Juan de Villanueva. Consta de una sola nave dividida en tres partes: cabecera cubierta con medio cañón, parte central más elevada también de medio cañón y con pinturas al fresco del s. XIX( representando la Trinidad y diversos santos de la orden franciscana). La parte de los pies presenta tres bóvedas de amplio cañón más rebajado, que sirve como sostén al coro de monjas.

El retablo original de Gaspar Becerra se perdió en un incendio y el actual procede del antiguo noviciado de los Jesuitas de la calle ancha de san Bernardo, que se transformó en el s. XIX en paraninfo de la Universidad Central. Es de ricos mármoles y bronces dorados y se labró en Italia por encargo de Felipe V. Aunque los relieves laterales y el ático con la Asunción de la Virgen lo realizaron en el s XIX los jesuitas para dar mayor amplitud al retablo.

En un lateral de la iglesia realizó en 1574 Giacome Trezzo la decoración arquitectónica de una pequeña estancia para albergar la sepultura de Dª Juana de Austria, la fundadora. Su estatua orante en mármol blanco está firmada por Pompeyo Leonni.

No hay comentarios: